Contador de Crónicos de Bar

Para Escuchar Mientras Lees

jueves, 29 de marzo de 2007

LA CASA NOSTRA

Barros Arana #489 2° piso

Una céntrica promesa. Parece que vamos avanzando. En pleno centro de la Pencópolis se abrió hace poco un nuevo restobar que si bien, aún está un marcha blanca ya se está posicionando. La Casa Nostra es un nombre que sugiere a un restaurant italiano de tipo familiar, con un chef gordo y garzones colorados, sin embargo, acá no hay nada de eso. Es un lugar bastante piola y céntrico. Creo que si hay que identificar un público, éste sería mayor de 25 y medio sibarita, pues por lo que se comenta, acá se come bien.

La ambientación está bien lograda, tienen una buena barra y decoración ad hoc, pero hay que mejorar, se agradece que el espacio tenga altura pues no se mezclan los olores, también hay que destacar que los baños están impecables y perfumados, como corresponde. ¿Qué falta? No hay menú, lo que da la impresión de que se está improvisando, la música en vivo del local está muy mal amplificada lo que en algunos momentos puede ser molesto, las garzonas no usan bandeja o sea llevan el trago en la mano, aunque tampoco es para tanto. Estos detalles pueden aportar a consolidar el cuento, lo más destacable es sin duda, la valentía de intentar crear un círculo gastronómico “after-nine” en pleno centro de la ciudad, más aún si se puede ir a almorzar gourmet por 3 lucas con buen vino, el cual también se vende por copa. En las tardes tienen su versión de happy hour denominada L’ora felice, una excelente idea para ir después de la pega. Molgan

Con la naso bien puesta. Hace unas semanas hicimos un alto a las visitas de nuestras acostumbradas chelerías y aceptamos la invitación del restorán “La Casa Nostra”, el que abrió sus puertas hace poco y con un ambiente acogedor promete ser una buena alternativa sobre todo para quienes trabajan en los alrededores del centro. La propuesta del lugar es comida italiana y es evidente que la carta está muy bien cuidada: hay variedad de tragos y vinos. El menú del día de bonita presentación vale $3000 con entrada, plato de fondo, postre y pan, no es caro si pensamos que la comida es de calidad. Un almuerzo con el que resistirás hasta el fin de la jornada laboral, bien hecha y con recetas de la nona, donde te tomas el tiempo para disfrutar y hacer un alto en el día y si no puedes desconectarte totalmente el lugar cuenta con wi fi, por lo que puedes trabajar o concertar una cita, mientras disfrutas del buen servicio y de la música que es para amenizar y no molestar.

Hay un espacio libre que todavía no se sabe para que será utilizado, y creemos sería una buena idea tener números artísticos que animaran las prontas tardes otoñales, hemos sabido de intentos en ese sentido y capaz que los jueves en compañía de un buen martini o un negroni sean algo más que la “l`ora felice” aunque no está bien claro cuál será el rumbo que “La Casa Nostra” tome en las horas de no colación, esperamos sea un espacio para entretenernos. El resto de las dependencias están en excelente estado. Dirigido a todo público por lo que si quieres hacerte el lindo con tus viejos o alguien especial, sería bueno darte una vuelta por ahí. Te aseguro que no hay ni una sola mesa coja, increíble! Todo un diseño aerodinámico. Como no todos los días se puede comer ravioles o pastas con salsas esperamos que la carta se amplíe con variedad de ensaladas y así ensañarse con el postre al final. Juanita Tornazol

Recuperar el centro. Una de las cosas que hace de Concepción una ciudad poco turística reside en que los edificios antiguos han sido demolidos o abandonados a su suerte, o a la suerte de los dueños que, la mayoría de las veces, no tienen ni la voluntad ni el dinero como para mantenerlos en buen estado. La Casa Nostra es un ejemplo de la recuperación arquitectónica del centro de la ciudad; algo que sin duda debería ser potenciado, más allá de las intenciones apoteósicamente modernas de la actual alcalnecia. Recuperar el centro implica también que, ciudadanamente, nos vamos haciendo parte de una historia y memoria común.

Conocer y vivenciar nuevamente espacios amplios, donde lo vital puede expresarse en todas sus dimensiones sin desmedro del metro cuadrado del otro, es un derecho al que debemos habituarnos, incluso como consumidores de bajo presupuesto.

La Casa Nostra, además, ha logrado reunir a algunos viejos amigos, supuestamente perdidos, en un ambiente grato, estéticamente bien cuidado, con una oferta que sale de la típica cerveza y que supera casi todos los errores mencionados respecto de los otros lugares que hemos visitado. Esto me ha permitido, en lo personal, recuperar mi propio centro, sobretodo porque me estaba acostumbrando ya a ir a lugares a los cuales no siempre tengo ganas de entrar, al aumento de sueldo para darme un gusto, y a esperar los fines de semana para aliviar el traumático stress laboral del “lunes a viernes”. Magnolia

miércoles, 28 de marzo de 2007

Ravidass, 43 años


9 de Marzo, diag. PAC, CCP
Ravidass, Maestra de Kundalini Yoga, 43 años.

Encontramos a Ravidass en plena noche penquista y se dio el tiempo para contarnos con todo detalle el porqué de su vestimenta... para que sepan ustedes también, el blanco proyecta salud y amor, y protege de las malas vibras, por lo cual ella solo usa este color. Su vestimenta se compone de una túnica o Bana, pantalones y su corona espiritual o turbante. El turbante lo compro en Santiago, y son metros y metros de tela blanca que sirven para contraer el craneo y tapar el 7º chakra. Finalmente, sepan también que el kundalini es la energía que viaja por el cuerpo y que te permite ser una personas sana y feliz... ¿alguien ha visto mi kundalini?

Marcela, 22 años


Jueves 8 de Marzo, Bar Refugio CCP
Marcela Monsalvez (22 años)

"Ke viva la libre expresión!!!" ... fue lo unico que nos dijo Marcela, en la más buena onda, ah! nos contó también que estudia comunicación audiovisual y que su ropa y zapatillas las regatea en picás que no nos dirá para que no le copien.

viernes, 23 de marzo de 2007

Durdanet, 19 años


Jueves 8 de Marzo, Bar Refugio CCP
Durdanet Cares (19 años)

"Soy contadora, me gusta la música gothic metal e ir a las tocatas. La ropa la saco del boulevard (Gascon) y de la vega, que es más barata, además a veces encargo ropa a Santiago. Tengo una hermana que costurea y me ayuda con algunas cosas que no consigo" ¿Qué tal?

martes, 20 de marzo de 2007

EL REFUGIO


Maipú 122 esq. Serrano



El lado metálico de la bohemia. El reducto metalero de Concepción, el popular Refugio Bar, lleva unos cuántos años ya, acogiendo a una legión de chicos y chicas que siguen fervorosamente este estilo y a las numerosas bandas de todo Chile, que han pasado por su escenario. Desde el ingreso mismo al local –cada vez más amplio-, es posible percibir su onda donde, al parecer, nada importa demasiado. Su infraestructura es más que sencilla y cumple con los
requerimientos de su fiel público. Acá una vez más la Chela la lleva y tienen promociones que incluyen papas fritas enlatadas, también disponen de una especie de cocinería con menú popular para matar el hambre metalera, al ritmo de las voces guturales y los riff que inundan el espacio.
De ambientes, nuestros amigos de negro no se pueden quejar, tienen escenario y hasta patio con parrón, además de uno de los baños más insalubres que me ha tocado ver, que honestamente huele a jaula de león. Es notable, sin embargo, que Refugio Bar tenga una tendencia bien definida, quizás en eso está su atractivo y en que su público también comulga con la diversidad pues desde oficinistas hasta góticos pululan por sus mesas y lejos, el mejor filtro es la música o la amas o la odias, el metal no da espacio para los indecisos.
(Dedicado a los clientes del extinto Roca Dura)
Molgan

Con polera negra y chaqueta de cuero.
Han visto el video de “No Rain” de Blind Melon?, bueno el refugio es como el jardín donde se encuentran todas las abejitas, es de esos lugares democráticos en el que todo hijo de vecino puede caer a tomar cerveza, comer sopaipillas y hasta arrollado primavera. Pero la verdad es que el grueso del público es bien parecido y se entienden entre sí, es como si existieran códigos que los “refugianos” entienden al toque y es atractivo incluso para quienes preferimos los decibeles más bajos. Es un pequeño mundillo donde los rockeros y otros matices tienen su lugar. No podemos negar que con el tiempo se ha definido y el espacio se ha maximizado. Según el día, al patio se puede acceder por dos direcciones, cuando hay tocata el área donde está el escenario se cierra y quedan cuatro ambientes: el sector de la barra y las piezas contiguas, el del “show” el que está después del baño y el patio.
Una de las mayores gracias del “Refugio” es que tiene uno de los butlitzer más nutridos, no podría decir exactamente cuántos discos, pero de que hay de todo hay de todo hasta los soundtrack de telenovelas añejas que nadie vio, ese k justo te toca escuchar porque medio borracho te equivocaste de combinación y perdiste los $200.
Para los días de verano estar en el patio debajo de las parras es un agrado, sólo que la música que proviene de todos lados te confunde un poco; las tocatas están bien organizadas y no podemos negar que son una alternativa para ver grupos emergentes. Eso sí ojo con el baño hay que tener las defensas en un super nivel y para los asquientos puede ser todo un desafío, en todo caso para el público un poco más rudo, que come prietas con papas cocidas y toma chela en vaso plástico, no parece molestarle.
Juanita Tornazol
La diversidad es más aparente que real. Salir de casa, interrumpir mi fructífero (las bolas) quehacer académico, e ir a un lugar nido de metaleros no era mi mejor panorama para la noche del jueves, incluso me producía un pavor acústico que fue terriblemente confirmado al momento de poner el primer pie en el local. El Refugio: un sonido estruendoso, una gran cantidad de gente en pasillos, intentado entrar y ya consumiendo la consabida chela, me impulsaron en un primer momento a salir de ahí lo más rápido posible. Gracias a la marcha multitudinaria, logré (¿?) llegar al patio, e, ipso facto, pasar del pavor a la envidia… ninguno de los bares a donde acostumbro a ir tiene un patio interior con parrones y mesitas bajo ellos, me imaginé un gran bar con bossa nova o algo similar sonando y una botella de vino, pero nada de eso había, a cambio, reinaba la cerveza de a litro, el vaso de plástico, sopaipillas, y lotes de gente vestida de negro de diversas tribus (¿quién diría?) y, más allá que no me guste la música que tocan, hay una buena acústica para música en vivo. Una vez acomodada con mi cerveza, me quedo pensado… Concepción, supuesta ciudad del rock, se muere de hambre frente a otras ciudades que diversifican su propuesta con locales que se especializan en un tipo de público. Por estos lares la diversidad es más aparente que real, abundan los bares en los cuáles el eclecticismo sólo apunta a tener un público masivo, y las vestimentas pueden estar vacías de significado. Insisto, aunque talvez sea mi primera y ultima incursión en El Refugio, el nombre va bien puesto, me llevé la impresión de que pude conocer un sitio donde las personas que gustan de la música rock de esta tendencia, y que esperan altos decibeles y un lugar protegido para ello, tienen aquí su espacio. Lamentablemente, y como en casi todos los bares que hemos visitado, falla en higiene e infraestructura en los baños. Yo sé que puede ser un costo menor para el público considerando tener “su refugio”, pero también es un costo menor para los dueños calculando a vuelo de pájaro la venta de cervezas en una noche de tocata. Solo eso.
Magnolia

lunes, 19 de marzo de 2007

Marcelo, 26 años



Jueves 8 de Marzo, Bar Refugio CCP

Marcelo Rivera (26 años)

A este músico le gusta vestirse en la americana.  
Estiloso pero sincero, nos cuenta que compra todo en este tipo de tiendas, menos las zapatillas, calcetas y los
calzoncillos.
Menos mal.